Frutas frescas


Toma nota…

Lo primero que hay que señalar es que si en el momento de cortar la fruta el cuchillo que utilizamos tiene óxido, acelerará tremendamente el proceso de oxidación, por lo que debemos prestar especial atención a los utensilios que entran en contacto con la fruta.

Por otro lado, el truco más utilizado para evitar que se oxide la fruta es, precisamente, utilizar un antioxidante. Y qué mejor que los cítricos para ello. Estas frutas, con su Vitamina C, es un potente antioxidante y se puede hacer de dos formas: añadiendo zumo de limón a la fruta cortada o frotándola con unos gajos de cualquier cítrico.

También cabe la opción de guardar la fruta (aunque esto también puede servir para la verdura) en un recipiente cerrado de manera hermética o en una bolsa de plástico cerrada al vacío, ya que ambos sistemas evitan que el aire entre en contacto con los alimentos, haciendo imposible la oxidación.

Una manera más sencilla de conservar estos alimentos es meterlos en un bol lleno de agua fría y echar en él un chorro de cualquier zumo de cítrico o de vinagre, aunque es preferible que éste sea de manzana (media taza por cada litro de agua, aproximadamente).