Las verdades sobre el zumo de pomelo


El pomelo es un cítrico conocido por su apariencia externa similar a la de una naranja y un color rojo intenso en su interior. Su consumo como una fruta más es reducido, probablemente debido a su sabor amargo. Sin embargo, gracias a las nuevas tendencias y a las creencias sobre las propiedades dietéticas y supuestamente adelgazantes que se le atribuyen a esta fruta, cada vez es más habitual encontrar cápsulas con sus extractos o personas que se compran la fruta entera cuando quieren perder unos kilos, convirtiéndola así en un superalimento.

¿Una fruta milagrosa?

Tradicionalmente se emplearon las flores, hojas, tallos y fruta del árbol del pomelo para tratar diarreas, hemorragias, acidosis e infecciones. Hoy en día, se han logrado demostrar algunos de estos efectos, aunque las opiniones son muy dispares. Se le atribuyen propiedades adelgazantes e incluso hay famosillos promotores de disparatadas dietas muy restrictivas a base de zumo de pomelo exclusivo para adelgazar rápidamente. Todo por la creencia de que sus antioxidantes supuestamente son “quema-grasas” y debido a su reducido contenido calórico.

Propiedades demostradas

Según estudios in vivo, realizados sobre ratas de laboratorio, podría ser útil para disminuir los efectos tóxicos renales de la gentamicina, un antibiótico empleado para erradicar algunas infecciones como la meningitis, otras infecciones de la sangre, abdomen, piel, huesos y tracto urinario. La dosis protectora sería de 25mg/kg de extracto de flor de pomelo.

En estudios in vivo e in vitro se han encontrado propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y ciertamente anticancerígenas procedentes del extracto de pomelo debido a su elevada cantidad de polifenoles, pero son necesarios más estudios para reafirmar dichas hipótesis, puesto que la evidencia no es suficiente. La mayor evidencia de sus propiedades anticancerígenas se sitúa sobre la prevención contra el padecimiento de cáncer de próstata.

También se ha conseguido demostrar que tiene ciertos efectos protectores frente a determinadas infecciones por parásitos.

Por su contenido en estrógenos, parece haber mostrado actividad estrogénica en ratas, mejorando los síntomas de la menopausia.

Como estamos viendo, todos sus efectos han sido únicamente demostrados sobre ratones de laboratorio, ya que es muy difícil controlar la aparición y duración de las patologías mencionadas a lo largo de toda una vida de un ser humano. La dificultad a la hora de realizar estos estudios sobre humanos hace que la evidencia científica acerca de estas supuestas propiedades sea más reducida.

Pomelo y Obesidad

Finalmente llegamos al punto que, por desgracia, parece ser el que más le interesa a los consumidores de esta fruta. ¿Adelgaza el pomelo? Una cosa es cierta, y es su indudable efecto diurético. Pero, ¿los diuréticos adelgazan?

La respuesta es no. Los alimentos o extractos con propiedades diuréticas únicamente tienen la capacidad de facilitarnos la eliminación de líquidos, por lo que se prescriben para tratar la retención. Aunque perdamos kilos en forma de agua por medio de la orina, la grasa no se moverá ni un centímetro. Además, puede causar desequilibrios electrolíticos y deshidratación.

Sí, existen diversos estudios en los que se ven reducidos los niveles de grasa abdominal en ratas sometidas a dietas altas en grasa, a causa de una disminución en el colesterol plasmático y a un aumento de la sensibilidad a la insulina. Esta capacidad se debe a la naringenina, un flavonoide también presente en otros cítricos y en alta concentración en el pomelo, que parece tener efectos similares al ayuno en cuanto al envío de señales por parte del hígado para regular los depósitos grasos. Pero un ser humano no va a realizar una dieta alta en grasa para adelgazar barriga con tal de demostrar la eficacia del zumo de pomelo, ¿no? No tendría mucho sentido. La teoría del adelgazamiento se tambalea.

Contraindicaciones

No todo iba a ser un camino de rosas. Una cosa a la que apenas se hace referencia en los múltiples blogs que hablan de los beneficios del pomelo es el problema que genera en cuanto sus interacciones con múltiples fármacos.

El zumo de pomelo contiene una serie de compuestos fenólicos denominados furanocumarinas. Estas sustancias tienen un efecto inhibitorio sobre un complejo enzimático que metaboliza múltiples fármacos, denominado sistema microsomal hepático del citocromo p450. Los fármacos metabolizados por este sistema son generalmente analgésicos, antiarrítmicos, antihipertensivos, antibióticos como la eritromicina, algunos anticonceptivos orales, antieméticos (contra el vómito), antiepilépticos, bloqueadores de los canales de calcio, antihistamínicos, inmunosupresores, glucocorticoides, benzodiacepinas, estatinas y muchos más. En resumen, casi todos. Esto quiere decir que si tomamos pomelo conjuntamente con estos fármacos sin mencionárselo a nuestro médico, su metabolismo se restringe, por lo que los fármacos se eliminan con mayor dificultad, elevándose sus niveles en sangre y pudiendo llegar a causar toxicidad grave. Si estás tomando cualquier fármaco de este tipo, ni se te ocurra probar el pomelo. Habría que reajustar la dosis del medicamento. Ante la duda, consúltalo con tu médico.